sábado, 16 de abril de 2011

¿Por qué se ataca tanto a la CGT?


Por Juan Carlos Alarcon


Cuando Perón llegó a su primera presidencia se dio cuenta que los trabajadores eran los que verdaderamente producían en el país; entonces le dio un espacio político, económico y social. Después el neoliberalismo le robó todo eso a la clase trabajadora, instauró la clase política como una profesión exclusiva de ciertos sectores privilegiados. El kirchnerismo vuelve a reintegrar la dignidad al trabajador y a las clases más populares que siempre fueron marginadas. Kirchner no sólo volvió dar confianza a la gente en la política sino que, en su proyecto, participaban también los trabajadores en el proceso económico, en lo social y en lo político.

La clase trabajadora siempre forjó sus propios dirigentes ya sea socialdemocratas, burócratas o progresistas y se identificaron con los políticos que defienden su estatuto de clase y que denominan sus representantes, como sector social es mucho más solidaria que la clase media.

Sabemos que que la clase obrera tiene un sentido de identidad como fuerza nacional tanto en lo social como en lo político y que cualquier enfoque lo remite a un modelo teórico, a una forma de mirar, de recortar, a una ideología y a una postura política. Las distintas corrientes ideológicas sindicales que se postulan como organizaciones de la clase obrera son alternativas, métodos y vías que el propio movimiento obrero produce desde y hacia la clase obrera aunque parezcan minoritarias dentro del Movimiento Obrero Organizado.

Los trabajadores hoy se incorporan al ritmo social, porque son ellos los productores de bienes y participan en la solución de sus propios problemas. Eso está redactado en la propia Constitución Argentina. El Art. 14 bis dice: “El trabajo en sus diversas formas gozará de la protección de las leyes, las que asegurarán al trabajador: condiciones dignas y equitativas de labor; jornada limitada; descanso y vacaciones pagados; retribución justa; salario mínimo vital móvil; igual remuneración por igual tarea; participación en las ganancias de las empresas, con control de la producción y colaboración en la dirección; protección contra el despido arbitrario; estabilidad del empleado público; organización sindical libre y democrática, reconocida por la simple inscripción en un registro especial.

Queda garantizado a los gremios: concertar convenios colectivos de trabajo; recurrir a la conciliación y al arbitraje; el derecho de huelga. Los representantes gremiales gozarán de las garantías necesarias para el cumplimiento de su gestión sindical y las relacionadas con la estabilidad de su empleo.”

Es que el Secretario General de la CGT, Hugo Moyano, está pregonando cosas insensatas distintas a la que la propia Constitución le confiere? No!... Es que cuando el 1° de abril la Presidente Cristina Fernandez de Kirchner, luego de su reunión con la CGT, aumentó el piso mínimo no imponible en un 20% mas alto porque era una concepción electoralista simplemente? Tampoco!... Esa acción se remite al modelo teórico, a la manera de observar, a la ideología de solidaridad con los trabajadores. Eso es parte del proyecto nacional y popular que ella lleva adelante. Es también transferir poder a los trabajadores y a los humildes. Claro, lo que sucede es que muchos políticos le tienen temor al protagonismo popular.

Ahora que estamos en plena campaña electoral y la CGT volvió a meter el dedo en la llaga al decir que quería más candidatos de perfil trabajador, porque se sabe que para mantener el proyecto de CFK se necesita de eso. Ya se vio cuando el neo liberalismo intentó condicionar socialmente a los trabajadores, fabricando desocupados, sub desocupados y queriendo volver a instalar su famosa flexibilidad laboral.

Ahora andan diciendo por allí que, con todos los aumentos que se le otorgó a los trabajadores en el 2010, se está creando una nueva clase media: “la clase media trabajadora”. Esa es otra mentira política para dividir el Movimiento Obrero Organizado. Ellos saben bien que la pertenencia a la clase media no es una simple cuestión de dinero sino de actitud.

En Argentina fue la clase media que voto masivamente a Alfonsin, a Menem y a de la Rua. Fue también la que salió en el 55 para aclamar el golpe contra Perón, salió en el 82 para alentar la Guerra de Malvinas y en el 2002 lo hizo con sus cacerolas de teflón como lo dice la canción de Ignacio Copani. Es una clase que “ama la patria” pero no las productos nacionales, que se enorgullece de la carne argentina y de los vinos mendocinos, pero prefiere el fois gras acompañado de champagne francés para sus festejos. Pongamos las cosas en su lugar.

El hecho de que los trabajadores estén generando cambios significativos en la pirámide socioeconomica del país y que los viene poniendo como principal impulsor del consumo nacional, que es lo que necesita el país, hacia mucho que no se veía eso. El movimiento turístico hacia el interior de Argentina demuestra una vez más que el trabajador no va a Europa ni a los Estados Unidos, el dinero lo gasta adentro. Eric Ritondale (Econviews) decía “Un dato fundamental es que es un grupo de asalariados que no compra dólares, a diferencia de la clase media típica, que cuando puede trata de ahorrar. Esto ayuda al actual modelo, que privilegia la demanda y busca reducir la fuga de capitales”.

No, no es a Moyano a quien atacan, atacarían a cualquier dirigente que estuviera al frente de la CGT defendiendo los intereses del sector. Es a la clase trabajadora que atacan porque les molesta la noción de sindicato como sujeto político ya que muchas de las conquistas sociales se debe al accionar de los trabajadores organizados y de los sectores populares. En realidad es a este proyecto nacional que atacan para quitarle el sustento social, político y económico. Quienes estuvieron acostumbrado egoistamente a los privilegios desmedidos buscan dividir para reinar de nuevo. Ahora buscan enfrentar a los trabajadores contra la política de inclusión y de reparto de riquezas que lleva adelante CFK. Buscan romper este proyecto nacional que se viene desarrollando; por eso la CGT va a responder con una fuerte movilización el próximo 29 de abril para festejar el Día del Trabajador, y mostrar que los trabajadores siguen estando presente y apoyando a Cristina.

No hay comentarios: