jueves, 11 de febrero de 2010

Dirigencia y política

Por Juan Carlos Montenegro



¿ Cómo poder avanzar en un proyecto nacional y popular si los dirigentes que deberían ser los personeros del cambio son los mismos que acompañaron a Menem en el momento de la mayor entrega del país ?
Rememorando a Moreno, Belgrano, Castelli y Monteagudo…, aquellos padres de la Revolución de Mayo, de la que ahora celebramos el bicentenario, lo primero que plantearon fue la renovación a veces hasta a sangre y fuego, hoy el gatopardismo no los hubiera dejado llegar ni siquiera a la jabonería de Vieytes, ya que con la mentalidad camaleónica de la dirigencia del país, seguramente hubieran negociado con el poder que emanaba del Fuerte en ese momento.
Debido a esta dirigencia y cuando me refiero a ella, hablo no sólo de la política, sino también de la sindical, social, educativa, intelectual, económica…., es decir de todo el universo que conforma el país, este país que tuvo un proyecto aeronáutico que lo llevo a poseer la tercera nave a reacción del mundo, un proyecto nuclear que fue pionero y único, que nos debería haber llevado a ser un país exportador de energía no convencional y tener una matriz limpia, este país ……, hoy por los gerentes ( ya que ninguno de ellos es dirigente ), se encuentra entre uno de los mas desiguales del planeta, no solo por el abandono de su vocación de grandeza, por que este no se dio solamente en los programas que nos hacían una potencia, sino que por sobre todo, se dio también en el abandono del pueblo, con recetas económicas excluyentes, que en menos de 50 años marginaron a la mayoría social del país, haciendo que hoy el 40 % de los jóvenes menores de 25 años se encuentre en la marginalidad absoluta, generando usinas de violencia y una guerra de clases no declarada.
Los seguidores modernos de los padres de mayo, como Scalabrini Ortiz, Fernández Arregui, José María Rosa, Arturo Jauretche, John W. Cooke y Eva Perón ya no son ni siquiera conocidos por aquellos que se dicen sus seguidores…, por que la clase política actual, está formada en pensamientos foráneos, que desconocen el ser nacional y a la Argentina profunda que tanto reivindicaban.
Juan Perón decía, que cuando los políticos olvidaban el mandato de los pueblos sentirían el escarmiento….., algo que sucedió en Diciembre del 2001 y en donde muchos tuvimos la esperanza de que era la alborada de un nuevo tiempo para el país.
De cualquier manera, se han logrado cosas….., se recuperó el sistema jubilatorio en el momento justo, unos días después hubiéramos sido parte del debacle de la burbuja yanqui…, se avanzó en la jubilación de amas de casas, aunque no es suficiente en lo económico, como también debería ser contemplativo para los adultos masculinos, teniendo en cuenta que fueron parte del Plan Económico de los Martínez de Hoz, Cavallo y Redrados, es un paso lo mismo que la asignación por hijo que debería ser universal de verdad…, pero son curitas ante un cáncer.
El ataque del “campo” aún se siente con mucha virulencia, por sobre todo en los precios y lamentablemente ninguna dirigencia salió a campear el temporal…., lamentablemente la dirigencia no siente esto en su presupuesto y esta de vacaciones….., la justicia no es justicia, Cromagnon y Lapa quedo impune, al igual que todos los personeros intelectuales del genocidio vivido y que claman contra cualquier reforma.
Es por eso, que como decía el viejo General es hora de que tomemos la mochila de soldado de la causa nacional y popular y reavivemos el sueño nacido hace 200 años, porque depende de nosotros que esta Patria se ponga en pie.

martes, 2 de febrero de 2010

Compendio para explicarle la realidad Argentina a un progresista anti-kirchnerista (de buena fe)


por Eduardo Paveto

Respecto de los propios:
Por un lado tenemos un “estilo de gobierno” del que se puede decir constituye una estrategia.
Es la de analizar y decidir de manera ejecutiva, no generando anuncios porque así se evita la anticipación de reacciones que podrían anular o disminuir la eficacidad de las medidas tomadas. Este método tiene su justificación a partir de un esquema económico especulativo, al que se suma desde hace un tiempo un contexto político “desgastante”.

Es el trabajo de la famosa Mesa Chica, “doble cerebro” (porque no se trata de doble conducción) o de la inteligencia de nuestra presidenta (según los casos todas estas opciones se presentaron).

Ya en el 2004 había gente que se preguntaba “pero este Kirchner ¿quién es?, ¿es tan bueno como parece?, ¿cual es su verdadero proyecto?
Todo quedó sin respuesta, salvo la realidad de lo que se hacía. Sin conferencias de prensa, sin participación en el debate, con un llamado a la transversalidad que significaba “apoyen” (o “síganme”). El “estilo” de entender la construcción política de muchos de nosotros no es esa y es en parte por eso que la transversalidad fracasó.

Por otro lado, ya en el 2007, NK se plantaba diciendo: “OK pero, ¿qué poder real aportás/construís vos?”. Es el famoso “muchos caciques, pero pocos indios…”
Entretanto gobernaba, y muy bien, y no se podía más que apoyar, o condicionar votando a Pino. No hay por qué asombrarse con esto, ya que en 2007 el Pino no era lo mismo que en 2009, o no lo mostraba. Además ya habíamos pasado por esto en 1973 con “Vote a Perón por Izquierda, Vote FIP” (tampoco se podía anticipar la futura complacencia del colorado Ramos con el lopezreguismo)

NK, político al fin, se dijo que la estructura del PJ le garantizaba más que la transversalidad.
No se puede creer que lo hizo por peronacho o que no conociera las mañas del PJ, pero había que construir política con la materia prima de la que se dispone.
No le escuché cantar mucho la marchita hasta aquel entonces…

Uno no tenía obligación de optar, uno no es gobierno, ni siquiera político (en sentido estricto y partidocrático). A uno le gusta o no le gusta, es lo que uno quisiera o no, nos gustaría más así que asá. En todo caso no lleva a consecuencia más que generar opinión en los conciudadanos (militancia más, militancia menos) y luego “un voto”.

Mientras tanto: “Ellos Hacen”, y si uno apoya: “Nosotros Hacemos”. Ahí nomás.
Somos peronistas, trotskistas, radicales, socialistas, anarquistas, cristianos, comunistas, y dóblese todo esto con “ex-“, mas algunos muchos que no son nada (solo, quizás, sensatos).
O sea kirchneristas con mayúscula o minúscula, por decirlo de algún modo.
Estuvimos en el bailongo antes y lo estaremos después…

Respecto de los ajenos:
Al comienzo de los nuevos tiempos y luego del diluvio de 2001 estaban temblando, no decían ni mu con tal que se salieran del infierno.
No es que hubiera habido un milagro, simplemente no tenían espacio y todo el espacio fue Kirchner, o sea el diablo (para ellos) y se vendieron al diablo con tal de salvar los trapos.

Había gorilas, gorilones, gorilitas y medio-pelo (estos últimos, tironeados entre la realidad de sus vidas y las ilusiones creadas por su educación liberal).
Se vieron con sangre en la mano, no, no esa en la que Ud. Piensa…, sangre de tanto golpear las persianas de los bancos, la otra no la ven o no la asumen.

Será por machismo (no sólo masculino) que cuando se planteó “Cristina Presidente” se habrán dicho que estaban frente a una “debilidad”: ¡Hasta aquí llegaron! se exclamaron.
O quizás sólo coincidió con la puesta en obra de una contraofensiva general del Imperio en América Latina…
En todo caso la estrategia de los ajenos es calcada de la de las Revoluciones de Colores (Otpor! sólo fue el capítulo Serbio, el copyright es de la CIA y Carrió es su portaestandarte intelectual y orgánico más cercano)

Qué habían hecho los Kirchner para que generaran tanto rechazo : ¿política de DD.HH.?, ¿afectar algunos intereses económicos de los poderes fácticos? Puede ser.
Lo que es seguro es que gobernaban sin consultarlos a ellos, y no existe peor crimen que creerse soberano.

Entonces ¿qué hacer?, ¿Cómo articular la estrategia del caos en el caso argentino?
Y bien, hay que apoyarse en el zócalo liberal de la sociedad argentina (el hecho maldito del país justo, libre y soberano), utilizar todos los clichés, invalidar toda legitimidad, desacreditar toda acción, aislar al gobierno de la sociedad tratándolo de impulsivo, inconsulto, autoritario y sectario.

Aislar, rodear y aniquilar la nueva experiencia autónoma que se dio en Argentina (como en otros lugares de Latinoamérica).
Combinar 1976 con 1955 en el contexto de 2008, o sea en el plano de las representaciones socio-políticas de diversos sectores de la sociedad argentina vía los medios masivos de desinformación, constituidos en Partido de los Medios y lanzados en una Guerra de Información Sucia..

Las mejores mentiras son las que conllevan una parte de verdad. La conducción restrictiva y tacticista de la mesa chica K se tradujo en “El Búnker”. La relativa debilidad de los votos en las ciudades indicaba la disponibilidad de las clases medias y alta para escuchar el mensaje destituyente de la “legitimidad segmentada”.

Que se lo votaran o no, en las zonas y ciudades rurales se podía escuchar ya en 2004 que “Kirchner le debe todo a la soja” o sea a ellos.

Hasta 2007 los mercados de cereales y oleaginosas tenían fuerte tonicidad económica. En 2007 se produce el fenómeno de la llegada de la especulación financiera a estos mercados, concomitante con su retiro de la especulación financiera en el mercado inmobiliario que terminaría en la crisis financiera mundial que conocemos.

La 125 hizo sonar el clarín de la guerra contra la “expoliación” del campo para alimento de “la caja” de los Kirchner, que según los casos se la presenta como para el clientelismo o para sus bolsillos.

Inmediatamente, visto el éxito de la operación, la estrategia fue de pelearse a cara de perro lo que desembocaría en una tensión extrema de la sociedad y en el argumento “retornado” de la crispación y la falta de diálogo del gobierno.

Estas son las fuerzas en presencia.
A partir de aquí, tenemos algo que proponer…

Expresar una propuesta inclusiva para progresistas y clase media:
Es difícil convencer a un “individuo inteligente” de que está bajo influencia, o alguien del Gran Bs. As. que la inseguridad es un reflejo exacerbado por los medios. Pienso que hay que tomar la subjetividad como una realidad objetiva y según los casos transformarla o apoyarse en ella.

El zócalo Nacional y Popular (pueblo, militantes, intelectuales y dirigentes) logró convertirse en proyecto transformador sólo cuando obtuvo el consenso de las clases medias (principalmente, ya que hubo otros sectores sociales embarcados) y cada vez que se organizó su derrota fue cuando se (lo) aisló de estas.

La composición social, cultural e histórica del país indica que este sector tiene cultura liberal.
Querer combatir esta cultura es ir contra naturaleza y ya es tiempo de ver cómo el proyecto Nacional y Popular (“el Proyecto”) puede asimilar, transformándolo, este legado cultural.
La tarea consiste en explorar qué elementos del liberalismo son compatibles, y llegado el caso enriquecedores, respecto al Proyecto.

Disponemos de ricos ejemplos en nuestra historia: Mariano Moreno, Castellei, Monteagudo… Ellos tenían un mensaje liberador, igualitario, integrador y… decisionario (a nadie le escapa que eran muy “ejecutivos”, mucho más que el estándar peronista). Nada nos obliga tragarnos a Rivadavia, Sarmiento o Mitre (tenemos argumentos).

Somos una República, el gorro frigio trona en nuestro escudo y nuestro proyecto es liberador. Incluso la bandera de justicia social es un ideal de libertad contra la opresión económica ejercida por los poderosos, y la soberanía política tiene su fundamento en el pueblo tal como lo decía el compañero Jean Jacques Rousseau en el “Contrato Social”.

En el filo estrecho de la más pura doctrina Peronista, la Revolución Francesa es uno de los pilares de la evolución histórica de los pueblos (Octubre ‘17 siendo otra) y Evita decía que sólo desde la montaña más alta que es la del peronismo se podía apreciar la gran altura de la del marxismo (“La razón de mi vida”, citación de memoria no textual).

Está en nuestras manos esta enorme potencialidad transformadora.
El Kirchnerismo tiene el mérito de mostrar la supervivencia de un pasado glorioso y la posibilidad de un futuro del que tenemos que apropiarnos.

Desde su nacimiento el peronismo buscó, por ejemplo, acuerdos con los sectores nacionales y progresistas del radicalismo. Quijano fue Vice-Presidente de Perón, ya que no se logró acordar con Sabattini, por indecisión de este.

Pidamos compromiso con sus palabras cuando Néstor Kirchner recientemente dijo que tenemos que construir un proyecto colectivo y participativo.

Esto es lo que importa escrutar, y no si compró dólares o no. Ya sabemos que heredamos de una clase política que sobrevivió durante el Menemato, que está en gran parte profesionalizada o que pertenece a la élite económica antes que intelectual.

No nos despabilamos hoy, y también nosotros “hacemos” con la materia prima que tenemos. Lo que sí, estamos alertas ante cualquiera traición, y distinguimos esto de las aflojadas que tenemos todos.

Tomemos en manos, en el año del Bicentenario, un nuevo proyecto abarcador para el siglo XXI, algo así como la Republica Social Argentina.

Uno apoya con decisión al gobierno de Cristina Fernandez y entiende que Nestor Kirchner encara la tarea de la construcción del proyecto político, pero debemos tomar la palabra para pedir que esto no sea sólo un andamiaje electoralista.

Esto plantea un verdadero dilema: la Mesa Chica es legítima en plano del Presente y del Gobierno, pero el Futuro y el Proyecto necesitan una construcción más amplia.

Pidamos que se establezca un programa para 2011, una estrategia de alianzas y se designe el candidato que lleve adelante todo esto. El trámite en el PJ es una etapa por la que se debe pasar pero no debe detenerse allí, sino que implica la construcción de un ámbito participativo que haga pedazos la mentira del Bunker y la verdad de la Mesa Chica.

No podemos permitirnos otra frustración como la del Frepaso que abandonó la conducción de la Alianza a la derecha del radicalismo (guardemos la lección del peso de un aparato). Por eso estamos alertas respecto al PJ, pero reconozcamos que la dinámica transformadora no existe fuera del Kirchnerismo.

El éxito futuro no se decreta, lo construimos todos.