viernes, 27 de agosto de 2010

Los desempleados gringos y la diáspora gaucha


Por Juan Carlos Montenegro


Debo confesar que estoy anonadado, sorprendido. Por motivos de trabajo debí ingresar a la “ Argentina del Campo “ y ver que ese campo, su gente y su idiosincrasia no tiene realmente nada que ver con el resto del país.
Dentro de esa sorpresa, en todo el viaje recordaba a Arturo Jauretche, Scalabrini Ortiz y Bayer, viendo que están mas vigentes que nunca, que la argentina rural y oligárquica que ellos describieron sociologicamente está más viva que nunca, con un poder cada día mayor y que ahora están ganando más dinero que nunca, creando abismos que ya casi serán insuperables, entre su sueño y modelo del país y aquel real que transitamos diariamente.
En estos días y por motivos de trabajo me tocó recordar los nudos económicos de Villa Mercedes, Río Cuarto, San Francisco y La Carlota, lugares en donde se encuentra la mayor concentración de soja y oleaginosas del país, que se convirtió en verdaderos paramos verdes, en donde el negocio de las transgénicas, expulsó a millares de trabajadores rurales hacia las ciudades y, en donde los antiguos estancieros, hoy ya no trabajan y alquilan sus campos a los mismos capitalistas que en otra época supieron conseguir la “ patria financiera “, en la composición de pooles de plantación a los que no les importa despoblar el campo e hipotecar su rendimiento para las generaciones futuras, por falta de descanso de los suelos y el uso exacerbado de químicos.
Es la “patria oligárquica”, soñada por Sarmiento, Roca y Mitre, la que se junta todos los julios en la Rural, parodiando un ser nacional de bombachas y ponchos, que desconoce lo que realmente pasa, se siente y ocurre en la “patria real”, de los expulsados y desclasados, que en sus diásporas fueron a construir las “villas miserias “, que por su falta de conocimiento de lo urbano, se sumaron al ejercito de los desempleados.
Quien esto escribe, es un habitante de una región bajo riego, en donde las unidades económicas no pasan las 100 has en los grandes casos…., no entiende las extensiones del mar sojero, con casas abandonadas y con un monocultivo hecho en laboratorio que no solo expulsó al hombre, sino que ha diezmado las especies nativas de la fauna.
En algunos miles de kilómetros que he transcurrido, casi no observé aves rapaces, ni mamíferos carnívoros, lo que denota un trágico y atroz rompimiento de la cadena trófica, que no solo ataca la diversidad biológica, sino que produce la proliferación de roedores que traen consigo enfermedades tales como la fiebre hemorrágica y la triquinosis entre otras.
La contaminación de las napas subterráneas por herbicidas, con consecuencias desconocidas en el manejo futuro de las cuencas y el agotamientos de suelos por falta de un manejo sustentable.
Esta es la Patria que duele, la que expulsó a los pioneros, a los “gauchos” que ahora se ven casi como figuras travestidas en los espectáculos de festivales y domas….., los reales están marginados en villas localizadas en los cinturones de las grandes urbes.
Es por eso que hoy más que nunca, veo que el único horizonte cercano es el de informar de verdad, terminar de una vez por todas con los Clarín y La Nación, pregoneros de esta oligarquía que no ha hecho mas que destruir el país.
Es por eso que nuestro compromiso debe profundizarse en el cambio y en el acortamiento de brechas sociales, no solo en lo económico sino en el derecho al lugar de trabajo y de calidad de vida….
Las diásporas no solo se dan en la expulsión, sino que se profundizan cuando este abandono se acompaña con cerrar las puertas a las oportunidades.
Las diásporas son mas profundas cuando son hechas para no solo matar un modelo ideológico, sino con ello a una población que está “demás” de acuerdo al pensamiento de la “gente sana” que cree ser la dueña de esta nación.