Por Juan Carlos Alarcón
26 de Junio de 2011.
Listo, ya todas las cartas están sobre la mesa, pero como dicen los jugadores de truco: “lo importante no son las cartas sino lo que uno hace con ellas”. Sin embargo no es la recta final, para la oposición queda un obstáculo a saltar: las primarias obligatorias del 14 de agosto próximo y, en ese salto, es posible que algún jugador se quiebre todavía la muñeca. La única tranquila es Cristina. Ella tiene en su mano el as de espada y el as de basto y una sonrisa picara que la vuelve más atractiva.
Claro, en el truco también están los mentirosos. Los candidatos opositores ahora buscaran equilibrar en la mentira ya que, aunque postulen una lista única para cada categoría, los partidos deben presentarse igual a la primaria y obtener un apoyo mínimo equivalente al 1,5 % de votos válidos en el distrito para participar de las elecciones nacionales. Es decir, unos 430 000 votos que podrían quedar en el aire flotando, lo que es tentador para cualquier candidato de la oposición. Veamos quien de ellos mentira más para conseguirlos.
Duhalde, Binner, El Pino, Alfonsín y hasta la Carrio querrán morder allí. Ellos saben que no pueden hacerlo en los votos del FpV porque el Proyecto Nacional, mal que les pese, en el fondo ellos mismos saben, está lleno de medidas excelentes.
No es fácil oponerse al modelo del Proyecto Nacional de Inclusión que impulsó Nestor Kirchner y que CFK va profundizando. Mientras los pretendientes al sillón presidencial prometen a los gritos “Vamos hacer”, Cristina sonríe y retruca: Nosotros no prometemos, ya lo venimos haciendo. Claro, están sobre la mesa a la vista de todos los 36 trimestres de crecimiento continuo, el sostenimiento del consumo, la Asignación por Hijos, las leyes jubilatorias, la repartición de riquezas con más de 1000 nuevas escuelas creadas, las obras publicas, las ayudas a las Pymes, los planes de viviendas federalizados y la política de los DH. Según Paul Krugman, premio Nobel de Economía 2008 y columnista de The New York Times, diría en un artículo que destaca el proceso de la Argentina y lo cita como ejemplo a tomar en cuenta en la crisis que atraviesa Grecia. «El default de Argentina es una buena idea".
Es cosa de loco oponerse al modelo económico, social, económico y cultural vigente, ni los políticos opositores lo creen porque su propio electorado no los seguirá. Entonces empezaran por buscar alianzas que le tiren beneficio propio, pero como nadie quiere compartir su pequeño poder de mesa de café se tiraran entre ellos mismos con los platos. La cuestión es juntar todos los anti K, como lo dicen no ya tan discretamente sin importar a que club, sector o partido pertenezcan. Para la oposición estas no son elecciones de ideología, de principios, de ética o de moral, es cuestión de juntar todos esos granitos dispersos de anti K.
El próximo 23 de octubre, un poco más de 28 millones de ciudadanos habilitados para sufragar en todo el país deberán elegir el presidente y vicepresidente, 130 diputados nacionales en todas las provincias y en la ciudad autónoma de Buenos Aires; y 24 senadores nacionales en Buenos Aires, Formosa, Jujuy, La Rioja, Misiones, San Juan, San Luis y Santa Cruz. Allí es donde terminará la cuestión electoral y, el verano argentino, será de re-estructuración ministerial porque luego comenzarán las nuevas acciones que deberán llevarse a cabo, esas que en el ámbito ciudadano se las llama como Políticas de Estado.
Claro, en el truco también están los mentirosos. Los candidatos opositores ahora buscaran equilibrar en la mentira ya que, aunque postulen una lista única para cada categoría, los partidos deben presentarse igual a la primaria y obtener un apoyo mínimo equivalente al 1,5 % de votos válidos en el distrito para participar de las elecciones nacionales. Es decir, unos 430 000 votos que podrían quedar en el aire flotando, lo que es tentador para cualquier candidato de la oposición. Veamos quien de ellos mentira más para conseguirlos.
Duhalde, Binner, El Pino, Alfonsín y hasta la Carrio querrán morder allí. Ellos saben que no pueden hacerlo en los votos del FpV porque el Proyecto Nacional, mal que les pese, en el fondo ellos mismos saben, está lleno de medidas excelentes.
No es fácil oponerse al modelo del Proyecto Nacional de Inclusión que impulsó Nestor Kirchner y que CFK va profundizando. Mientras los pretendientes al sillón presidencial prometen a los gritos “Vamos hacer”, Cristina sonríe y retruca: Nosotros no prometemos, ya lo venimos haciendo. Claro, están sobre la mesa a la vista de todos los 36 trimestres de crecimiento continuo, el sostenimiento del consumo, la Asignación por Hijos, las leyes jubilatorias, la repartición de riquezas con más de 1000 nuevas escuelas creadas, las obras publicas, las ayudas a las Pymes, los planes de viviendas federalizados y la política de los DH. Según Paul Krugman, premio Nobel de Economía 2008 y columnista de The New York Times, diría en un artículo que destaca el proceso de la Argentina y lo cita como ejemplo a tomar en cuenta en la crisis que atraviesa Grecia. «El default de Argentina es una buena idea".
Es cosa de loco oponerse al modelo económico, social, económico y cultural vigente, ni los políticos opositores lo creen porque su propio electorado no los seguirá. Entonces empezaran por buscar alianzas que le tiren beneficio propio, pero como nadie quiere compartir su pequeño poder de mesa de café se tiraran entre ellos mismos con los platos. La cuestión es juntar todos los anti K, como lo dicen no ya tan discretamente sin importar a que club, sector o partido pertenezcan. Para la oposición estas no son elecciones de ideología, de principios, de ética o de moral, es cuestión de juntar todos esos granitos dispersos de anti K.
El próximo 23 de octubre, un poco más de 28 millones de ciudadanos habilitados para sufragar en todo el país deberán elegir el presidente y vicepresidente, 130 diputados nacionales en todas las provincias y en la ciudad autónoma de Buenos Aires; y 24 senadores nacionales en Buenos Aires, Formosa, Jujuy, La Rioja, Misiones, San Juan, San Luis y Santa Cruz. Allí es donde terminará la cuestión electoral y, el verano argentino, será de re-estructuración ministerial porque luego comenzarán las nuevas acciones que deberán llevarse a cabo, esas que en el ámbito ciudadano se las llama como Políticas de Estado.
2 comentarios:
Creo que los candidatos, en primer lugar deberían tranquilizarse un poco, revisarse, comenzar a mirarse hacia adentro, porque cada partido político deberá cambiar mucho a partir de sus líderes, para adecuarse a lo que Argentina y América Latina necesitan.
Ellos saben muy bien que Cristina aplastará en octubre, pero les faltó inteligencia para competir, sólo les interesa llegar al poder, sea como fuere, aliándose con cualquiera, formando frentes, etc., porque el objetivo principal, no es precisamente trabajar para el país, sino derribar a Cristina....
Han perdido tanto tiempo!!!
Saludos.
Efectivamente a la oposicion le falto inteligencia, pero les sobre la ambicion de poder y es por eso que entre ellos mismo se van cascotear para poder quedarse con "algo"
jca
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