martes, 4 de agosto de 2009

Hablemos a calzón quitado


Por Juan Carlos Alarcón
jcarlosalarcon@cara-o-cruz.com

Dice un refrán popular: “no hay mal que por bien no venga” y parece darse así. Después de la derrota electoral llegó el tiempo de diálogo y consenso. Los diversos actores de la política, la economía y la sociedad se reúnen con representantes del gobierno para acordar políticas a desarrollar en los próximos meses con vistas a los próximos años. Se está ganando en democracia, pero no por eso los problemas que se vaticinan están resueltos. Hay una crisis económica mundial que castiga fuerte y que Argentina parece resistirla bien.

La economía no es una ecuación para que Mandrake el mago lo resuelva, es simple. 10 personas tienen $100 cada uno, pero si al día siguiente dos de ellas tiene en su bolsillo $150 es porque habrá otros que perdieron esa diferencia. Es decir, que mientras unos se enriquecen hay otros que se empobrecen.

En Argentina nosotros tenemos cuatro “señoritos” de la Comisión de Enlace que no fueron elegidos ni por los propios campesinos y buscan desestabilizar el gobierno presidencial de Cristina Fernández de Kirchner tratando de asfixiarla para que renuncie. La clase social que ellos representan se enriquece cada vez más y nada de lo que la Presidenta diga o haga parece estar bien para ellos. Buscan crearle una imagen negativa oponiéndola al mundo agro-ganadero con la complicidad de una prensa controlada por sectores opositores a todo movimiento social popular.

El pueblo se expresó en las elecciones parlamentarias cuestionando al gobierno. La presidente decide seguir ese pensamiento y comenzó una rueda de reuniones con todos los sectores para modificar algunos errores cometidos. Sin embargo la Comisión de Enlace presiona una vez más con las retenciones al campo aún cuando la política de retenciones no les impide meter en sus bolsillos sus enormes ganancias. El nivel de los precios internacionales, el valor del dólar y la caída de los costos muestran que los productores obtienen ganancias récord, que reciben beneficios netos por hectárea entre 550 y 700 dólares contradiciendo la mentira de la Comisión de Enlace de estar trabajando a perdida. Las cifras están allí y la cosecha 2009-2010 se situará en 51.000.000 de toneladas de soja, un 35 % superior a la de la campaña 2008-2009. El precio de la soja subió un 55% en los últimos 6 meses y el dólar estadounidense solamente acumuló en el último año un incremento de 22%. Únicamente con esa diferencia el 35 % de las retenciones lo tienen casi saldado.

Sin dudas, detrás hay otros intereses políticos que nada tienen que ver con las retenciones. Es un justificativo “destituyente” como dicen los que tienen miedo de llamar las cosas por su nombre: golpista. La Comisión de Enlace lo que busca es un golpe institucional presionando para que renuncie la presidenta, porque lo que les molesta es que hay otro modelo político y económico del que los terratenientes propietarios del campo quieren aplicar, porque hoy hay una política de derechos humanos que los priva de su brazo armado como lo fue tradicionalmente el partido militar y porque esta democracia, imperfecta sea ella, les altera su proyecto neoliberal como lo hicieron siempre.

Cuatro corporaciones principales extranjeras actúan en Argentina y quieren marcar las reglas comerciales. Ellas son multinacionales con sede en el extranjero y vendedores de productos que vienen de cualquier origen, “Cargill” es de EEUU, “Dreyfus” de Francia, “Bunge” de Brasil, puesto que ya no es la antigua Bunge y Born y “ADM” de Estados Unidos, que ni siquiera tiene planta en el país pero que actúa a través de empresas nacionales de escaso o nulo acceso al comprador final. En ninguno de los países de origen estas corporaciones gozan de los beneficios que tienen en la Argentina. Los brazos de acción que tienen para llevar adelante sus planes son los 4 personajes que representan a intereses de sus corporaciones (Sociedad Rural Argentina, Federación Agraria Argentina, Confederaciones Rurales Argentina y Coninagro) que se autodenominaron Comisión de Enlace. Pero si tanto les interesa el país como dicen quererlo ¿por qué no blanquean a los peones y trabajadores rurales que los hacen trabajar de la mañana a la noche sin protecciones sociales siendo el sector donde predomina la mayor cantidad de trabajo en negro? ¿Por qué no comparten un poco sus ganancias millonarias y aumentan los sueldos de los trabajadores rurales?

Digamos las cosas como son. A los ricos les molesta el trabajador que critica, el pobre que le ensucia sus veredas y el indigente que reclama un poco de dignidad humana. Repartir riquezas para ellos es repartir precaridad y miseria para tener mano de obra barata.

Hoy hay una fuga de capitales que toca límites extravagantes. En los últimos dos años 44.000 millones de dólares fueron depositados en el exterior sobre cuentas más o menos protegidas. ¿Es miedo de los ahorristas argentinos o es parte de una política para evitar los canales financieros y que no se produzca la inversión interna rompiendo el sistema de crédito y de consumo?

Ellos saben que el ahorro en dólares por fuera del sistema financiero provoca una grave pérdida de reservas en Argentina. Tienen la experiencia del 2001 cuando al entonces presidente Fernando de la Rua lo pusieron contra el muro y tuvo que adoptar el llamado “corralito” y terminó con su gobierno a la mitad de su mandato y a una posterior devaluación de la moneda. En aquella crisis, la salida de capitales fue superior a 18.000 millones de dólares, hoy la evasión llega a uno 45.000 millones. El sistema le dio resultado y hoy quieren poner en apuros a la administración de Cristina Fernández de Kirchner porque la salida de capitales representa el principal problema económico actual.

Claro, ellos justifican la evasión del sector privado en el enfrentamiento que el gobierno mantiene con empresarios agropecuarios desde 2008, en el traspaso de la administración privada de fondos de pensiones al sistema de jubilaciones del Estado, y en la falta de transparencia en las estadísticas oficiales. Entonces en los últimos 24 meses se fugaron del país 44.000 millones de dólares, prácticamente el stock de reservas internacionales y, desde abril, el ritmo de retiro es de casi 2.000 millones de dólares por mes.

Digámoslo claramente ¿Quiénes son los enemigos del pueblo?

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