por Juan Carlos Alarcón
Alguien me dijo que se murió Néstor Kirchner y yo le respondí que estaba loco en pensar una cosa así. El Néstor no está muerto, porque estos tipos que la historia larga con cuenta gotas, de tanto en tanto, no mueren nunca. ¿Es que Perón o Evita murieron? Ni siquiera Hipólito Yrigoyen murió, ¿por qué entonces dicen que Néstor Kirchner murió?
Una vez Perón había dicho “si me aguantaron 30 años vivo me tendrán que aguantar 30 años muerto” y, salvando las distancias políticas e históricas, hoy está pasando lo mismo con Kirchner. Claro, como dice el gordo Moyano que “después de Peron y Evita nadie le dio tanto a los trabajadores”, podríamos agregarle que tampoco nadie hizo por los Derechos Humanos como él, ni que ningún otro presidente pensó en la región latinoamericana como él.
Es difícil escribir con el dolor en las tripas y la emoción en las manos para no caer en el exitismo. Pero seamos realistas, cuando la oposición, hasta hace un par de semanas, le largaba cascotes en la cabeza al matrimonio Kirchner no era por los errores que podían cometer sino por los aciertos que se iban estableciendo democráticamente en un país como Argentina, donde el neo-liberalismo reinaba a su antojo y los hijos de la oligarquía estaban acostumbrados a imponer políticas para sus propios beneficios. Son esas clases privilegiadas y, muchas veces bastante apátridas, que empujan a sus políticos leales a tratar de romper el modelo económico que instauró primero Néstor Kirchner y que ahora sigue llevando adelante su esposa, la presidenta Cristina Fernandez de Kirchner. No hace muchos meses atrás vimos los manejos de esa vieja oligarquía en la Rural Argentina cuando demostraron abiertamente el desprecio por las clases populares. También vimos cuando un grupo de políticos asentían, bajando sumisamente la cabeza. Todos ellos están largando una lagrimita pública: ¡lágrimas de cocodrilo!
Cuando el país andaba como el culo por las políticas económicas implantadas por el FMI y que esos mismos políticos impulsaron, las empresas pedían al Estado y a los trabajadores que sean solidarios, y hoy cuando un “loco” diputado llamado Recalde se le ocurre meter el proyecto de que ahora que el país anda mejor y cuando los empresarios se llenan los bolsillos de beneficios, que tendrían que repartir un poco de ese dinero entre los trabajadores fue como insultarles la madre. Bueno la madre no, fue peor, fue querer tocarles sus bolsillos y están gritando como chanchos que lo quieren degollar. Claro, para ellos llega el cuco castrista. Y cuando se les explica que eso está marcado en la Constitución Nacional y que Moyano no está queriendo implantar el comunismo sino que solo reclama lo que nos corresponde por derecho a los trabajadores, ellos se hacen los boludos y se ponen a silbar mirando para otro lado.
Hoy veo a esos señores de la oposición que pretenden mostrar que son humanos y que también tienen una lagrimita para Nestor Kirchner ¿Es que debo creerles? ¿Es que debo sentir simpatía por ese rédito político que están queriendo sacar? No, ¡las pelotas! ¡Que se caguen!... Yo estoy convencido que una vez que terminen los obsequios, al día siguiente nomás, volverán con cascotes más grandes contra la presidenta.
Si los analistas de Clarín, de La Nación o de Radio Mitre se plantean dudas de lo que vendrá en adelante, yo que soy un pequeño militante de base no tengo ninguna duda. Ellos ya están preparando toda la ofensiva que van a llevar para buscar desestabilizar el gobierno, y para eso fabricarán mentiras nuevas o no, buscarán cualquier cosa que les sirva a su fines espurios. Ellos ya saben cuales serán los políticos, los leales a ellos y los idiotas, que le serán útiles y los empujarán para que ocupen primeras lineas. Para ellos todo sera válido con tal que este proyecto nacional y popular de independencia que estableció el matrimonio Kirchner se derrumbe. En realidad no es la presidenta lo que les molesta, es lo que ella con su marido empujan desde el 2003 : una nueva Argentina, y que con errores y aciertos avanza.
Ya los veo criticarle a Cristina Fernandez de Kirchner que tiene a su lado un gordito trabajador que es incontrolable, porque Moyano es medio loco y se le ocurre mejorar aún más la situación de los trabajadores. Ya los veo darles consejos a la presidenta diciendo que tenga cuidado con las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo porque se les va la mano con la cuestión de los Derechos Humanos, que hasta quieren meter en cana a la pobre viejita Noble. Ya los veo solicitar mayor competitividad comercial liberando el dólar para facilitar el accionar de los grandes monopolios. Ya los veo comentar que Cristina es buenita pero la culpa la tienen esos políticos obsecuentes que tiene a su lado y que no hacen nada por la inseguridad del país porque son corruptos.
Carajo, viendo los obsequios me digo que con la edad me he vuelto insensible porque estoy pensando que debo buscar una coraza de hierro para prepararme de toda las pedradas que llegaran dentro de poquito nomás sobre el gobierno y todos sus aliados. Les molesta que los trabajadores y las clases marginales vayan mejorando su nivel de vida. Por eso, cuando aún el cuerpo de Néstor está caliente en su cajón, yo les digo a esa oligarquía y a esos políticos cipayos: Señores, ¡váyanse a la mierda, que el pueblo no quiere saber más nada con ustedes!
Hasta la victoria siempre Néstor!
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