por Juan Carlos Montenegro
(7 de diciembre de 2010)
(7 de diciembre de 2010)
Ya entramos en el último mes de un año rarito, con más expectativas y sueños que se diluyeron, con más dolor que al
egría y, viendo aun, cuánto quedó sin construir por esa terrible costumbre argentina de hacer camarillas y usar el tiempo en cabildeos en vez de usarlo en la construcción, por lo que entonces sigue vigente aquello de Ortega y Gasset de “argentinos a las cosas”.
Aun vemos películas del bicentenario francés ( los carbonarios, con Belmondo ) o del yanqui ( muchas ), en donde esta fiesta fue una celebración de todos y que se dio con la gala y la reflexión en cada pueblo de esas naciones, no como ocurrió lamentablemente aquí, en donde “la gran fiesta gran”, fue patrimonio de la ciudad de Buenos Aires en donde más de millón de porteños y allegados, salieron a festejar, tirando la casa por la ventana…., lamentablemente en Mendoza o en las pequeñas comunidades cercanas, fue “un pericón mas”, sin desfile, empanadas ni fuegos artificiales, menos aun de discusiones sobre quienes somos y como nos vemos en esta centuria que como pueblo comenzamos a transitar.
Si vivimos con alegría, la entrega de noteboks a los últimos años de las escuelas secundarias, algo que cuando se extienda un poco más y llegue a todos los alumnos será un cambio revolucionario en lo cultural y educativo, la llegada del reconocimiento a la niñez, como también la ley de matrimonio igualitario. Esto nos hace más maduro como pueblo, aunque lo primero fue un acercamiento del bocón, ya que se debería aumentar la cuota y que fuera verdaderamente universal, pero es un comienzo lo que es ya importante por que es el primer paso del inicio de un camino.
Vi con pavor a la “oposición”, aquellos que fueron gobierno con la Alianza, que usaron la Banelco, para comprar una ley que iba contra los trabajadores y que redujeron sueldos y pensiones; hoy votar por un 82 % móvil, como una forma de poner un palo en la rueda a lo que se está haciendo, y poner a nuestros viejos en contra de un modelo que los viene protegiendo, ya que si no se hubiera estatizado a las AFJP, hoy todo el sistema de seguridad social no existiría.
Pero a la vez, me lleno de indignación ver que aun existe la roña sindical ( aquí debo hacer la distinción con el movimiento obrero ) nacida con Ongania, en donde muchos secretarios generales se volvieron gerentes de las obras sociales, olvidando su deber de lucha obrera y potenciada por Menem, quien les dio vía libre de convertirse en empresarios de sus propios rubros, existiendo hoy secretarios generales dueños de tiendas, transportes y empresas petroleras, utilizando sus gremios como fuerza de choque para su enriquecimiento patrimonial y de algunos miembros de su patota, que llevo hace poco tiempo a la muerte de un luchador del campo popular en manos de esta lacra.
Sentí un profundo dolor personal con la muerte de Néstor Kischner, ya que no sólo moría un hombre luchador, sino un verdadero compañero que militó sus ideas y que eso lo llevo a la muerte…., observando como la oligarquía festejaba su muerte hasta haciendo asados.
Y llegamos a la semana de “radiolandia” en donde a través de internet, en donde personalmente creo mediante una campaña armada por el imperio, reafirmamos cosas que sabíamos, como de la gente comprada por la embajada yanki, que es la misma que critica y mira con desprecio lo que se hace en el campo nacional y popular, o de cómo ellos ven a nuestros representantes como caricaturas enfermas, sin siquiera mirar a su alrededor las personalidades de sus gobernantes.
Mientras escribo esto, un ayuda memoria para la reflexión de fin de año, miro con esperanza el accionar tardío de la justicia en Mendoza, que comenzó los juicios por la verdad y ha puesto en piquete a los miembros de “la familia judicial” que impidió esto por tantos años, ya que sus magistrados fueron participes directos del genocidio.
Veo en fin…, que a pesar del desosiego, existen aun compañeros que están dispuestos a llevarnos por el buen camino, en donde el yerbiado, el asado y la chala sea para todos.
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